OBITUARIO DE RAFAEL MARTÍNEZ ESPOSITO, CERAMISTA

El ceramista Rafael Martínez Espósito nació en el año 1947 en el piso alto del alfar de su padre, en Las Palmas de Gran Canaria y desde entonces su vida estuvo ligada a la alfarería y la cerámica. Descendiente de alfareros de Santa Ana en Sevilla, aprendió desde la niñez el oficio desarrollado por su padre, abuelo y bisabuelo. Su abuelo, Eduardo Martínez y Martínez, volviendo herido de la guerra de Cuba en el año 1898 decidió quedarse en Canarias y más tarde en 1923 fundar la actual empresa artesana “Cerámicas La Casa Vieja, S.L.”.

            En un principio, el taller, se asentó en la trasera del Parque Santa Catalina, pasando, más tarde, a Guanarteme. En el año 1957 y buscando más amplitud se trasladaron a Tenoya hasta el año 2006. Es en este año, finalmente, cuando Rafael cumplió su sueño de montar un gran taller con espacio para crear, producir y vender, en el Cruce de Arinaga, Agüimes. Es así que, por su constancia y dedicación, su taller heredado de su padre, cuenta con más de ochenta y cinco años de andadura, en sus inicios dedicado a la cerámica popular, y con los años también a la reproducción de cerámica aborigen canaria a molde y a torno, siendo pionero en Las Islas en la fabricación de cerámica negra.

Rafael cursó estudios en La Salle de Arucas y paralelamente, desde joven, aprendió el oficio del barro en el alfar de su padre. Con 19 años viajó a Marruecos donde aprendió los rudimentos de la cerámica tradicional, siguió sus viajes por Italia siendo en Capodimonte donde se inició en el modelaje. Trabajó en el departamento de diseño de la Fábrica de Porcelanas Lladró. A lo largo de los años además de afianzar su espíritu autodidacta, se formó en grandes centros alfareros de la Península como son Llamas del Mouro en Asturias, famosa por su cerámica negra; La Escuela de Cerámica de Manises en Valencia, donde se prima el diseño; en la empresa Cerámica Santa Ana  de Sevilla trabajando y aprendiendo técnicas casi perdidas, o en el Seminario de Estudios de Cerámica de la Real Fábrica de Sargadelos en Galicia, que funcionó entre 1972 y 1995, con la idea de centralizar en él todo el estudio, la investigación y la divulgación de los conocimientos y el espíritu de diseño de las empresas del Castro y de Sargadelos.

            A lo largo de su andadura profesional Rafael aprendió y aplicó numerosas técnicas en su taller; reflejos metálicos, reducciones, modelado a mano, torno tradicional, rakú, murales, engobes, cuerda seca, esmaltes, envejecimiento, o pinturas de pigmentación, todo ello lo aplicó a sus colecciones de piezas cerámicas, llegando a contar con una gran variedad de piezas con modelos de creación propia.

            Rafael Martínez Espósito murió en la noche del 4 de enero de 2022, tuvo la suerte de contar con una gran compañera de vida y trabajo, Juana María Pulido Barreto, también ceramista y gran emprendedora que compartió y apoyó todas sus aventuras empresariales, a ella y al resto de su familia le damos nuestro más sentido pésame, sabedores de que en su paso por este mundo Rafael no sólo aprendió, sino que también enseñó y dejo escuela.